25 agosto, 2011

Mundo secreto

Algunos decían que en esa vieja construcción de muros de piedra gris lastimada por el tiempo se escondía algo realmente impresionante, sin embargo, nadie sabía exactamente qué era. Estaba prohibido entrar en el edificio, ¿las razones? nadie las conocía exactamente; de hecho, corrían mitos urbanos en torno a la edificación, algunos decían que vivía ahí un hombre que se había perdido la razón después de enterarse de las repercusiones de la globalización en la ciudad, así que mataba a toda persona que se acercara a su hogar, pues lo consideraba un "cerdo capitalista, esclavo del sistema"; otros pensaban que era el refugio de una tribu de hippies formada a principios de los años 90's, que encontraron en esa vieja construcción un santuario en contra de la guerra y el egoismo humanos. Yo decía que era un simple teatro abandonado, cuya fachada gris daba constancia del paso del tiempo y la indiferencia por parte de la gente de la ciudad.
Uno de esos días en los que el tiempo parece ser un caracol que no tiene prisa en llegar a quién sabe dónde, se oyeron golpes en mi puerta.
-Vendedores, siempre molestan a estas horas- pensé, acostada en mi sillón y sin ánimos de levantarme. Llamaron a la puerta de nuevo.
-¡Ah, qué insistencia! cómo fastidian... les diré de una vez que no vuelvan a venir...-dije refunfuñando mientras me levantaba de mi cómodo sillón y abría la puerta, pero... ¡Oh sorpresa! no eran vendedores, eran mis viejos amigos Dyt y Bham,a quienes conocí en un viaje hace ya muchos ayeres, ahora venían a visitarme.
Pasé la tarde escuchando sus aventuras en lugares lejanos, en donde recolectaban sonidos y los guardaban en unas pequeñas cajas tornasol. Salimos a caminar y en nuestro recorrido nos topamos con el viejo edificio en ruinas.
-¿Qué es esto?- Preguntó Dyt emocionado.
-Mmm, no lo sé, pero tiene toda la pinta de un teatro abandonado -Respondí.
-Deberíamos entrar y averiguarlo- Dijo Bham
Tanía miedo, pero en el fondo también muchísima curiosidad por averiguar qué era aquel lugar que tanto temía cuando niña...
-¡Bien, entremos!- Respondí.
Dyt se quedó afuera vigilando. Bham y yo buscamos una entrada, subimos un montículo de piedras y encontramos una puerta... la cual abrimos. Oscuridad. Caminamos unos metros y conforme avanzabamos, el camino se tornaba más claro. Nos dimos cuenta que estabamos en una pequeña montaña y al asomarnos a la orilla, en un barandal, vimos asombrados que la pendiente estaba llena de vegetación, cuyo color verde era tan brillante que nos lastimaba los ojos.
-¡Nunca había visto algo similar!-dijo Bham-¡Bajemos!
Muy entusiasmados, bajamos la pendiente y nos adentramos en las hierbas. No eran muy altas, pero eran hermosas. Dentro de una flor, encontramos la rana dorada que, según yo, sólo se encontraba en la Guyana Francesa.
-Esto lo tiene que ver Dyt-Dijo Bham, y salimos de ahí para buscar a nuestro amigo y enseñarle nuestro descubrimiento.
Ya se había hecho de noche para cuando salimos. Le contamos entusiasmados a Dyt del asombroso mundo que habíamos descubierto dentro de las ruinas, le contagiamos nuestro entusiasmo así que él quiso verlo por sí mismo. Entramos nuevamente.
Al llegar a la pendiente, las cosas habían cambiado. La noche lo había transformado todo. Debido a que ya no estaba iluminado el lugar, ahora las cosas se veían grises. Bajamos para contemplar la vegetación más de cerca y para buscar a la rana dorada. Encontramos una extraña piedra morada que tenía destellos misteriosos, Dyt estaba tan emocionado que sacó su cámara fotográfica para tomarse una foto con ella, pero antes de hacerlo...
-¡Espera!-Le dijo Bham.-¿Quiénes son esas personas? -Preguntó en voz baja, señalando hacia la parte de arriba de la pendiente, donde se encontraba un círculo de personas realizando un ritual satánico.
-Parece que van a sacrificar a alguien -Respondí, preocupada -Será mejor que salgamos de aquí...
Dyt, que no quería salir sin llevarse un recuerdo, decidió tomar la foto, olvidando quitar el flash a la cámara, el cual llamó la atención de las personas del ritual. Cuando voltearon a vernos, la sangre se nos enfrió a los tres... La adrenalina se apoderó de nosotros y comenzamos a correr, para ponernos a salvo. Estaba a punto de llegar a la salida, pero volteé y ví que mis amigos habían sido capturados, no podía escapar y dejarlos ahí. Por otra parte, los seguidores del culto estaban por atraparme...
Una mujer, de ellos, tenía una granada de fragmentación en la mano. Rápidamente se la quité...
-¡ATENCIÓN! ¡Tengo una granada de fragmentación! -Grité, todos se quedaron inmóviles, del miedo. -¡Se la quité a ella!- Dije, señalando a la mujer a la cual se a había quitado. -¡Pretendía matarlos a todos! ¡Yo los salvé!- Les dije.
Los practicantes del culto me creyeron, así que se olvidaron de Dyt y Bham y se abalanzaron sobre la mujer. Nosotros aprovechamos la distracción para escapar...
-Vaya aventura la de hoy-Dijo Bham.-¡Por poco morimos!
-Estuvo cerca, y viviré para contarlo... :) qué feliz soy -Dijo Dyt, después del susto.
No volvimos a pararnos en ese lugar...

FIN